Cuando se entra en contacto con las artes marciales por
primera vez, los elementos protocolares que conforman la cortesía y la modestia
dentro del Dojo representan simplemente el inicio y el final de una clase. Con
el correr del tiempo este concepto cambia, ya que su comportamiento tiende
naturalmente a tornarse más noble, y con ello sus acciones más centradas y
generosas.
Este cambio natural es producto de la autoconfianza que
adquiere a través de las prácticas, en la confianza en sus propias habilidades
y en el grado de dominio que adquiere sobre sí mismo.
Si este proceso no se da, van surgiendo aspectos opuestos en
su vida, ya que estamos en un mundo dual, por lo que si las cosas no tienden a
ser luminosas son oscuras, es así que sin el simple detalle de la modestia en
las practicas, un estudiante de artes marciales puede canalizar toda su fuerza
en reacciones instintivas de vanagloriarse por sus logros y buscando siempre
ser mejor que los demás antes que mejorarse a sí mismo.
Muchos van en busca de aprender técnicas de defensa
personal, otros para vencer el miedo, la timidez, otros para preservar la
salud, y también existen aquellos que buscan respuestas a las necesidades del
alma, de saber ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y ¿a dónde vamos?
El Shinto Ryu Budo como lo expresó el fundador Raifu Hibino,
inicia con reverencia y termina con un sentimiento de gratitud.
Reverencia ante lo desconocido, denota la humildad del que
reconoce su propia ignorancia y se lanza a la búsqueda de la verdad, a través
de las técnicas marciales que reflejan los factores psicológicos en el propio
cuerpo, para superar las limitaciones, vencer el miedo y dominar la violencia.
Sentimiento de gratitud, por aquello nuevo que se ha
descubierto de nosotros mismos, donde la consciencia comienza a abarcar lenta y
progresivamente todos los vehículos de la personalidad.
El Shinto Ryu es una camino marcial, que nos ayuda a vencer
el miedo a lo desconocido, superar nuestras limitaciones y comprender aquella
frase inscripta en la entrada del templo de Delfos en Grecia “Hombre conócete a
ti mismo y conocerás al universo y sus leyes”.